El saldo de este fin de semana explica mejor que cualquier discurso
el drama que supone la dispersión: dos accidentes graves en sólo dos
días, con la constatación de que sólo la fortuna ha evitado un desenlace
aún peor. Porque sólo a la buena suerte debemos hoy el no tener que
salir a denunciar la muerte de un familiar de presa o preso político
vasco a causa de la dispersión. Y todas y todos sabemos que no se puede
tener la suerte de cara siempre, no se puede tener suerte todos los
fines de semana del año en más de 600 viajes por las carreteras de
España y Francia. Las estadísticas están ahí, la dispersión ha matado, y
la dispersión volverá a matar si los responsables políticos que
persisten en su aplicación no cejan en su empeño. Es cuestión de tiempo.
Han bastado sólo 5 días para que la cruda realidad de la dispersión
haya quitado la careta al Plan con que el Ministerio del Interior
español pretende escenificar ante Euskal Herria y la comunidad
internacional su disposición a gestionar positivamente el nuevo tiempo
político abierto tras la Declaración de Aiete y la decisión de ETA de
poner fin a la lucha armada. ¿Con qué cara va a defender ahora el señor
Fernández Díaz que su flamante Plan de Reinserción es un paso adelante
en la búsqueda de soluciones? ¿Cómo va a justificar que el derecho que
corresponde a todo preso y presa de cumplir su condena en una cárcel
próxima a su domicilio se siga utilizando como herramienta para el
chantaje político? La política de dispersión que se aplica
sistemáticamente al Colectivo de Presas y Presos políticos vascos es una
política de excepción que responde a unos objetivos exclusivamente
políticos. Se castiga a las presas y presos políticos vascos y a sus
familiares con medidas arbitrarias que van más allá de la ley para
buscar simple y llanamente su claudicación política. Los Gobiernos
Español y francés están jugando de forma macabra con la vida de miles de
personas para dar una imagen de fortaleza que no hace sino esconder su
profunda debilidad política.
El PP tiene que detener definitivamente la ruleta rusa que
aplica a los familiares de los presos políticos vascos. La política de
venganza que se aplica a los presos y a sus familiares ha de cesar de
forma inmediata e incondicional.
Deseamos que los graves accidentes de este fin de semana sirvan de
lección a los Gobiernos español y francés y sirvan también para abrir
los ojos a las formaciones políticas que han valorado como “un paso en
la buena dirección” el anuncio del Plan de Interior que establece nuevas
exigencias políticas para el mantenimiento de la política de
dispersión. El respeto a los derechos más elementales de las presas y
presos políticos vascos no puede estar vinculado a exigencias políticas.
El reagrupamiento de las presas y presos vascos en cárceles de Euskal
Herria es un derecho, como derechos son también la excarcelación de los
presos aquejados de enfermedades graves y la liberación de quienes han
cumplido ya su condena. El nuevo tiempo político abierto en Euskal
Herria exige el respeto inmediato e incondicional a todos los derechos
de las presas y presos políticos vascos, y exige además la puesta en
marcha de un diálogo resolutivo entre ETA y los Gobiernos español y
francés para abordar en su integridad la agenda de solución a todas las
consecuencias del conflicto. A esa tarea debe dedicarse cuanto antes el
Gobierno del PP, porque perder el tiempo con planes con un periodo de
caducidad de 5 días no lleva a ningún sitio.
Para finalizar, queremos expresar nuestra solidaridad a las y los
familiares accidentados esta semana, a la vez que emplazamos al conjunto
de la sociedad vasca a que se movilice con el objetivo de poner fin
cuanto antes a este drama humano y político que es la dispersión
http://www.ezkerabertzalea.info/es/2012/04/la-crudeza-de-la-dispersion-ha-invalidado-en-solo-5-dias-el-plan-de-interior/