Fue un 22 de septiembre de 1971 cuando el generalísimo nos dejo otro de sus regalos. Ese día, quedaba inaugurada la central nuclear de Santa María de Garoña.
El desconocimiento por parte de la sociedad de lo que supone convivir con una central nuclear hizo que Garoña no se encontrara con mucha oposición. El propio director de la central, el señor Mier, admitía en una entrevista allá por 1979 declara que “esta no es una zona donde la gente tenga predisposición a entender cosas tan complejas como las relativas a la central”. En ello se escudaron para no impartir información, aprovechándose asi de la ignorancia de la población. Esto junto con el temor existente a la represión por parte de Franco en caso de protestas, hicieron posible la construcción de Santa María de Garoña.
En 1979, con el accidente nuclear de Harrisburg (Pennsylvania), saltan las alarmas sobre la seguridad de la central nuclear. Los vecinos de la zona, empiezan a mostrar sus inquietudes, «Nosotros seguimos sin saber qué grado de radiactividad estamos alcanzando ni sabemos si cuando se seca un manzano, ello ocurre por culpa de la central nuclear o por otras razones».
Desde sus inicios, hasta hoy, numerosos movimientos sociales, ecologistas, sindicales, etc. han llevado a cabo numerosas acciones y manifestaciones a favor del cierre de la central. Sobre esta lucha nos hablara Alberto Frias (plataforma Araba sin Garoña) de la mano de Sugar Gorri kultur elkartea este viernes dia 10 de febrero en la Casa de Cultura a las 8 de la tarde.