4/9/11

Egin dezagun bidea

El entorno más cercano de las y los presos políticos, sus familiares, amigas y amigos está más que presente en nuestro pueblo. Su presencia, digna y constante, acerca a los ojos de la sociedad vasca la realidad de las y los presos políticos vascos. Presos y presas políticas que se encuentran dispersados en las prisiones de los Estados español y francés.
Con el quinqué en las manos y el pañuelo al cuello, nos han hecho conscientes de que las vulneraciones que sufren sus allegados y allegadas son un escenario a superar. Nos han abierto los ojos, al igual que las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo hicieron en Argentina, nos han iluminado y enseñado el camino. Ahora, nuestro pueblo se encuentra en disposición de labrar su camino. Abriendo una etapa en la que familiares, amigos y amigas de las y los presos políticos no vuelvan a caminar solos y solas. Entre todos y todas, hagamos el camino.
LA POLÍTICA PENITENCIARIA DEBE PASAR A CLAVES DE RESOLUCIÓN
La excepcional política penitenciaria que se les aplica a las y los presos políticos vascos responde a criterios represivos y de utilización. Ejemplo de ello son la política de dispersión aplicada desde hace más de 20 años, así como las situaciones de excepción que se han multiplicado durante la última década. Mantener en prisión a quienes han cumplido su condena, no liberar a las y los presos políticos gravemente enfermos, la desaparición de la libertad condicional o que apenas se aplique la libertad provisional, el aislamiento o el chantaje constante. Ofreciendo beneficios a cambio del arrepentimiento y en caso de negarse ser castigado con medidas absolutamente crueles: Aislamiento, soledad, alejamientos, traslados absolutamente arbitrarios, ataques, golpes...
Las medidas para endurecer esta política de excepción se han ido multiplicando. Especialmente grave es la aplicación de facto de la Cadena Perpetua a las y los presos políticos: La sentencia 197/2006, la doctrina que permite alargar las condenas de aquellos que ya han cumplido la pena establecida; la anulación de las redenciones, el denegar la libertad condicional de los que han cumplido las ¾ de su condena; ampliar la pena máxima hasta los 40 años o ser castigado a condenas sin límite de años en el Estado francés. La crueldad en el trato también es una constante, extendiendo y normalizando las situaciones de soledad o aislamiento, profundizando en la dispersión por medio de constantes y arbitrarios traslados.
Al Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas se le aplica una política especial y diferenciada. La base de dicha diferenciación se encuentra en el carácter político del Colectivo, aunque no se acepte oficialmente. Por ello, creemos que la actual política penitenciaria, basada en la excepcionalidad, debe variar de raíz y situarse en las claves de la resolución del conflicto. En ese sentido, es imprescindible que las situaciones más extremas que padecen las y los presos políticos vascos sean desactivadas. Junto a ello, las y los presos políticos vascos, dueños y dueñas de todos sus derechos individuales y colectivos, deben de ser agrupados en Euskal Herria, así el Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos pueda ser un agente activo que participe, sin ningún de tipo de impedimento, en el proceso de resolución del conflicto que vive nuestro pueblo.
En el inicio de 2011 podemos constatar que el chantaje es interminable y que actualmente no existe en Europa -a excepción del caso de Turquía- una violencia política mayor y más cruel que la que se aplica a las y los presos políticos vascos. Es hora de decirlo bien claro, el Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos padece la mayor violencia política existente actualmente en Europa.
Recordamos las largas y duras huelgas de hambre realizadas por los presos políticos irlandeses hace 30 años, los centros de detención y tortura de Chile o Argentina, los ataques sufridos por presos y presas en Turquía o las brutales vulneraciones de derechos en Guantánamo o Abu Graibh. El mundo debe conocer la brutalidad que padecen los y las presas políticas vascas. Las y los presos políticos vascos no pueden continuar padeciendo la mayor violencia política de Europa.
Por tanto, reclamamos firmemente:
· Con todos sus derechos, Presas y Presos políticos vascos a Euskal Herria!
· Las y los presos que han cumplido su condena A LA CALLE! Las y los
que han cumplido las ¾ A LA CALLE! Derogación de la doctrina que posibilita la aplicación de la cadena perpetua.
· Los y las presas con enfermedades graves e incurables, A LA CALLE!
· Terminar con las situaciones de aislamiento y soledad.
PRESOS, PRESAS, EXILIADOS Y EXILIADAS POLÍTICAS A CASA!
La amnistía debe conllevar el retorno de todas y todos los presos, presas, represaliados, represaliadas, exiliados y exiliadas políticas a casa con total libertad. Se trata de algo que llegará junto a la superación del conflicto que les ha llevado a estar en esa situación.
Sin embargo, al igual que un conflicto vigente desde hace siglos no se supera de un día para otro, la amnistía tampoco será un acontecimiento que ocurra de la noche a la mañana, si no un proceso dinámico.
La superación del conflicto político que vive Euskal Herria debe traer consigo la
superación también de los daños y consecuencias producidos por el mismo. Las razones para la existencia del conflicto son las mismas que para la existencia de presos, presas, exiliadas y exiliados. Por ello, la desaparición de dichas razones debe suponer también la eliminación de sus consecuencias, entre ellas el regreso de presas, presos, exiliadas y exiliadas a casa. Además de las garantías de no repetición.
Así las cosas, la amnistía es un camino que se debe empezar a construir desde ya mismo. Un recorrido que traerá, con todos sus derechos intactos, a presos, presas, exiliados y exiliadas a casa. Un recorrido que desarrollaremos paso a paso. Un camino que se presume largo, pero que no tendrá descanso hasta traer a las y los presos políticos casa y que todos y todas sean completamente libres. La amnistía y la resolución democrática forman parte de la misma moneda.
Por ello, el cambio de la política penitenciaria hacia claves de democráticas debe recoger y garantizar los siguientes pasos en el camino hacia la Amnistía.
· La desactivación de todas las medidas de excepción que permiten la existencia de situaciones extremas: Acabar con la dispersión, libertad para las y los que han cumplido su condena, las y los que están gravemente enfermos, terminar con los tratos crueles y degradantes, así como poner punto final a las situaciones de aislamiento y soledad o los golpes...
· La agrupación del Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas en Euskal Herria, con todos sus derechos humanos, individuales, colectivos, civiles y políticos intactos, para poder participar junto al resto de agentes y sin ningún impedimento en el proceso político abierto en Euskal Herria.
· En el proceso de resolución del conflicto será necesario ir superando las consecuencias del mismo, posibilitando así el regreso de presas, presos, exiliadas y exiliados políticos a casa. El proceso de resolución del conflicto también es el proceso de la amnistía.
HERRI BILGUNEAK
Este camino puede ser realizado a través del trabajo de las y los ciudadanos de Euskal Herria. Organizándose en cada barrio, pueblo y ciudad del país para trabajar a favor de los derechos de las y los presos políticos vascos y socializando ese trabajo a todos los sectores y espectros de la sociedad.
Así las cosas, hacemos un llamamiento a que el paso dado el pasado 8 de enero en las calles de Bilbao se convierta en un camino imparable mediante la articulación pueblo a pueblo, barrio a barrio y en todas las ciudades de Herri Bilguneak. Hacemos un llamamiento a la sociedad, a estudiantes, trabajadores, jóvenes, jubilados... a ingenieras, profesoras, alcaldes, sacerdotes, cantantes, limpiadores, deportistas de élite o periodistas a que cada uno, desde su espacio, a su manera, con sus ideas, participe y realice aportaciones en este camino. Queremos conformar un movimiento dinámico, participativo, horizontal y que cuente con las puertas abiertas para las diferentes aportaciones.
A través de estos puntos de encuentro, estos Herri Bilguneak, queremos que el Último Viernes se convierta en una enorme movilización permanente. Implicando a múltiples sectores, asociaciones y agentes desde las escuelas hasta los centros de trabajo... Que cada Último Viernes sea mayor que el anterior y menor que el siguiente...
Llenemos Euskal Herria de banderolas: Los balcones de nuestras casa, los ayuntamientos, centros educativos, centros de trabajo, asociaciones, cimas de montaña, polideportivos, universidades o en la diáspora... Llenemos todos los rincones y que el mundo lo vea: Euskal Preso eta Iheslariak Etxera.
Aprovechando las oportunidades que otorgan las nuevas tecnologías, impulsaremos y difundiremos unos Herri Bilguneak que contarán con la acumulación de fuerzas y el trabajo en común como principal eje de actuación.
ÁMBITOS DE ACTUACIÓN CONJUNTA
Instituciones, toda clase de agentes, partidos políticos, sindicatos, asociaciones... abriremos espacios de trabajo en común para que dichos entes también puedan realizar sus aportaciones en este camino. Un trayecto en el que también abriremos espacios de colaboración, relación e interlocución en el ámbito internacional.
Impulsaremos espacios de colaboración con los siguientes objetivos:
-Conseguir el compromiso de partidos, sindicatos y diferentes agentes en pro del impulso de las dinámicas de movilización a favor de los derechos de las y los presos políticos vascos.
-Que las instituciones de Euskal Herria se conviertan en espacios de trabajo a favor de los derechos de las y los presos políticos vascos, que protejan sus derechos y, junto con las formaciones que las sustentan, establezcan compromisos para acabar con las vulneraciones de derechos que sufren las y los presos políticos vascos.
-Que el discurso y los compromisos a favor de los derechos de las y los presos políticos vascos formen parte del debate político. También en época electoral.
-Que todos los agentes comprometidos con el proceso abierto en Euskal Herria adopten el compromiso de posibilitar la participación del Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos. Partiendo de su reconocimiento político y poniendo enmarcha una interlocución permanente.
-De cara a organizar el apoyo y la solidaridad con las y los presos políticos vascos que llega desde fuera de Euskal Herria, trabajar al unísono en la defensa de los derechos de las y los presos políticos vascos.
-Profundizar en el trabajo junto a la diáspora y llevar nuestras reivindicaciones al octavo herrialde.
-Gracias al aporte de las nuevas tecnologías, fortalecer comunicativamente las iniciativas que se activen en todos los pueblos de Euskal Herria para impulsar la vuelta a casa de presos, presas, exiliados y exiliadas políticas vascas.