12/2/13

    Eguzki denuncia la decisión de la mesa del Parlamento Vasco vetando una ILP : de la “Plataforma Fracking Ez Araba”, para prohibir el fracking y la extracción de hidrocarburos no convencionales.
            Este proyecto de realizar fracking, genera dudas razonables por la falta de información veraz disponible en la ciudadanía, así como en cuanto a la debida valoración de los costes sociales,  ambientales, y para la salud humana que pudiera generar.
            Eguzki, además, realiza un llamamiento a la sociedad en su conjunto y  a las instituciones públicas locales para redoblar esfuerzos con el afán de aumentar las garantías y protección que nuestra tierra se merece, ante las ansias de negocio sin control ni cortapisa, con total descaro y pleitesía de gobiernos central y autonómico ante multinacionales energéticas, en pro del beneficio sin control, para que se paralice toda extracción de hidrocarburos no convencionales por los efectos nocivos que supone.
            Esta decisión de la Mesa del Parlamento, a  juicio de Eguzki, es cobarde pues veta el derecho al debate, al esfuerzo social y a la intervención desde la calle en dicha institución, quedando una vez más alejada de la demanda social y la realidad del sentir mayoritario.
            Su cobardía a conocer el respaldo y la opinión mayoritaria, les desautoriza a arrogarse como representantes de la sociedad en la defensa por activa o por omisión sibilina del fracking y de los permisos en tramite tanto en la actualidad como en el futuro. Si no se han atrevido a soportar la presión del respaldo mayoritario a la ILP, no pueden considerar que los votos recibidos estos tres grupos parlamentarios, les confió aval para decidir arbitrariamente respecto al fracking.
            Además, es una decisión antidemocrática, pues carece de razonamiento legal o de forma, y supone nada más y nada menos que una decisión política que coarta el libre ejercicio dell derecho a la participación en asuntos públicos sin intermediarios.
            Y, ante la dicotomía entre la sensibilidad y parecer social y de esta mayoría de la Mesa del parlamento, consideramos dicha decisión ilegítima, un ejemplo sin parangón y actuación cual lobby rastrero contra la protección debida ante la agresión del fracking, y ante la propuesta social de plantear una ley y recabar en la calle decenas de firmas para exigir este posicionamiento.
            Siendo los grupos políticos de PP, PNV y PSE, conscientes de la opinión social contraria a la exploración y explotación de los recursos gasisticos no convencionales, los partidos PP, PNV y PSE se muestran sumisos a estos lobbys y con un modelo neoliberal que deja hacer cualquier desastre natural y social a cambio de la explotación de todos los recursos naturales, humanos y sociales.
            Con este veto al derecho a opinar y participar mediante una ILP, cualquier posicionamiento que avale o consienta el fracking carecerá del debate y contraste de la iniciativa popular, pues supondría una estafa a su talante democrático y respeto a la  opinión social y voluntad popular. Para mayor descaro y falta de catadura moral y vergüenza, algunos políticos quieren abanderar la protección ambiental y su discurso es de compromiso con la no realización del fracking, mostrando una hipocresía que se evidencia con esta decisión.
            A juicio de Eguzki, este es el ejemplo de políticos que usan de la ecología como una arma en manos de multinacionales energéticas, que permite vender el “desarrollo sostenible” mediante políticas liberales de consumismo de recursos en un objetivo de impulsar el beneficio de dichos poderes y multinacionales que destruyen el planeta.
 Para ello Eguzki apoya los proyectos locales de producción y comercialización energética que convierta los consumos en formulas de ahorro y reducción de transportes, distancias o dependencias de otros territorios o del petróleo y de las energías más contaminantes como la nuclear o la térmica. ,
A su vez desde Eguzki reitera la necesidad de una apuesta colectiva y urgente por otro modelo  energético basado en el ahorro energético, la eficiencia y la producción de energía socializando los modos y canales de producir y comercializar la energía de la forma más rentable tanto energética, como social, económica y medioambiental.