Por eso seguro que el concejal del PP, autor de la denuncia, vivió un día de auténtico éxtasis, que, como no podía ser de otra manera, contrastaba con lo que en la plaza mostraban y gritaban buena parte de los dulantziarras allí congregados para ver la bajada de Tripafina. Está claro que para él es mucho más importante una sentencia impositiva que la voluntad popular, representada en el pleno que en 2007 rechazó la colocación de la bandera española con los votos de PNV, EA y la Izquierda Abertzale. Desgraciadamente, los dos concejales de AIA/DTI abandonaron aquella sesión plenaria para evitar posicionarse.
De ahí la presencia este año de dicho concejal del PP. Nunca durante esta legislatura se le había visto en la balconada en el inicio de las fiestas y este año acudió hasta con invitados de su partido, aunque esa alegría inicial se volvió en su propia contra. Allí pudo comprobar de primera mano cómo la presencia de nuestra bandera, la ikurriña, gracias a nuestro concejal tuvo un lugar privilegiado en la balconada y sobre todo en la plaza gracias a vecinos y vecinas de Dulantzi. También nuestro concejal de la Izquierda Abertzale e independentista pudo mostrar su solidaridad con los represaliados vascos.
Tampoco gusta al PNV que los ciudadanos dulantziarras hablen de independencia o de amnistia porque mandó retirar todas las pancartas solidarias colocadas en el pueblo. Ni siquiera se libraron de esta obsesiva limpieza los ciudadanos de nuestro pueblo afectados por el ERE de extinción presentado por la empresa Saunier Duval; también su pancarta fue retirada. Eso sí, las placas franquistas siguen bien visibles en diferentes partes de Dulantzi, todo un despropósito.
Aquí os dejamos con unas imágenes. Jaiak Bai Borroka ere Bai