28/12/11

El 7 de enero hay que vacíar Euskal Herria para llenar las calles de Bilbao


Tal y como hemos señalado en numerosas ocasiones a lo largo de los últimos meses, desde la Izquierda Abertzale consideramos que para avanzar en el proceso de normalización política y democrática abordar la situación de las y los presos políticos vascos es una cuestión de prioridad absoluta.

La Izquierda Abertzale considera que, aunque insuficiente, un primer paso debe ser cesar definitivamente la inhumana política penitenciaria que se aplica al Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos. El mantenimiento de la actual política penitenciaria no puede entenderse más que desde el prisma del que intenta aferrarse a la anterior situación de confrontación, una situación que la gran mayoría de la sociedad vasca reclama superar definitivamente.

Consideramos reseñable la dejación e irresponsabilidad demostrada por el anterior gobierno español del PSOE. El inmovilismo demostrado a lo largo de los últimos años, y en especial en los últimos meses de su mandato, demuestra la escasa talla política de dicho gobierno. Un gobierno, que en las mejores condiciones posibles, ha renunciado voluntariamente ha convertirse en un agente fundamental en la construcción de una paz justa y duradera en Euskal Herria. El lehendakari de la comunidad autónoma pide ahora al gobierno del PP lo que no fue capaz de exigir al de su propio partido, el gobierno de Rodríguez Zapatero. Esperamos del inquilino de Ajuria Enea algo más que eso, esperamos algo más que declaraciones para distanciarse del PP ante la opinión pública vasca, esperamos que desde su propia hoja de ruta comience a dar pasos efectivos hacia el respeto de los derechos básicos de los presos y presas políticas vascas.

En la situación actual, con la decisión histórica de ETA de cesar definitivamente su actividad armada, la cual permite avanzar hacía una resolución definitiva del conflicto político, ambos gobiernos, al que en dicha tarea debe sumarse el de la comunidad foral, deben actuar de inmediato adoptando las medidas descritas y que son demandadas por gran parte de la sociedad vasca y por la mayoría política, sindical y social de Euskal Herria.

No es la Izquierda Abertzale, es la mayoría política, sindical y social de Euskal Herria quien exige la inmediata puesta en libertad de todos los presos y presas políticas vascas que tengan su pena cumplida, así como las de las que se encuentran gravemente enfermas. Del mismo modo, exigimos el inmediato traslado a cárceles de Euskal Herria de todo el Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas por razones de índole humanitaria. Es su ley y es el derecho de toda persona presa. Exigimos al gobierno del Partido Popular que no alargue ni un minuto más la ruleta rusa de la dispersión contra las y los familiares de los presos y presas políticas.

Pero la sociedad vasca también exige el traslado a cárceles de Euskal Herria por razones políticas. Porque los presos y las presas políticas son consecuencia del conflicto, pero también constituyen un agente cuya participación en el proceso de resolución del conflicto es imprescindible. Cuando el Colectivo de Presos y Presas suscribió el pasado mes de septiembre el Acuerdo de Gernika nadie negó la importancia del paso dado, nadie les negó entonces su carácter de agente político. Ahora tampoco se les debe negar y, en consecuencia, se les deben facilitar unas condiciones básicas para participar en este proceso de construcción de una paz justa para todas y todos. Cambiar de raíz la situación en las cárceles permitiría avanzar en el camino de la normalización política y democrática, imprescindible para generar un clima que nos permita abordar un dialogo político resolutivo.

Y es que la Izquierda Abertzale considera que la resolución del conflicto político hay que abordarla en toda su dimensión, desde las causas a las consecuencias. Y lo que es más importante, consideramos que en el actual momento político las condiciones para la resolución del conflicto político histórico están dadas.

Así, consideramos que a día de hoy existen condiciones suficientes, como son el fin de la lucha armada, la exigencia de avances hacía la paz de la sociedad vasca o el seguimiento e implicación en el proceso de resolución de la comunidad internacional, para que los Estados español y francés aborden el dialogo con la organización ETA, el cual se tiene que ceñir exclusivamente a las consecuencias derivadas del conflicto político, entre ellas, por supuesto, la puesta en libertad de los presos y presas políticas vascas.

Vivimos una situación sin lucha armada y con una voluntad manifestada expresamente por ETA para el desarme y el cierre definitivo del ciclo de confrontación armada. Consideramos histórica que no debe desaprovechar para encarar el proceso del cierre definitivo del ciclo de confrontación armada.

Consideramos que esa es la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca: la superación definitiva de la confrontación violenta, así como de todas sus consecuencias, con la vuelta a casa de presos y exiliados, con la desmilitarización del país y con el desarme de la organización ETA.

La Izquierda Abertzale está convencida de que el próximo 7 de enero esa mayoría social vasca que requiere la resolución integral del conflicto político, esa mayoría social que exige la puesta en a echar a las calles de Bilbo. Vamos a dejar vacía toda Euskal Herria para llenar Bilbo, vamos a llenar sus calles para vaciar hasta la última cárcel. La movilización y activación de la sociedad vasca es y será, por encima de la voluntad de Madrid y París, la clave para que nuestro país avance hacía un verdadero escenario de paz, libertad y democracia.

La movilización del próximo 7 de enero es por tanto, una cita ineludible para todas aquellas personas que además de desear terminar con la política penitenciaria actual, aspiramos a aprovechar esta oportunidad histórica que se nos brinda para la resolución definitiva del conflicto político histórico y la construcción de una paz justa y definitiva.